lunes, 27 de octubre de 2008

Sagitario A* (SgtA*)


Lo primero de todo es explicar que un agujero negro consiste en un objeto de una enorme cantidad de materia, concentrada en un punto relativamente pequeño; es decir, una zona extremadamente densa. Un agujero negro se forma cuando un objeto alcanza una enorme densidad, y su gravedad hace que se colapse hasta volverse un punto infinitamente pequeño. Son negros debido a que no deja escapar la luz, aun con su increíble velocidad, por lo tanto, no podemos verlos.

El SgtA* es un caso recientemente observado. Se encuentra en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, y se encuentra vigilado por el satélite Chandra (preparado para detectar rayos X) desde 1999. En 2002, una estrella cercana al SgtA* llamada S2 empezó a acelerar de forma violenta formando una órbita alrededor del agujero: una estrella orbitando alrededor de una zona negra. Recorrió una distancia de unos tres sistemas solares como el nuestro en un tiempo de unos cuatro meses (dos millones de kilómetros por hora). Gracias a estos datos, se ha podido calcular que el SgtA* tiene una masa de 2,7 millones de veces la masa de nuestro Sol (pertenece a la categoría de agujeros negros supermasificados).

A finales del verano de 2002, el SgtA* comenzó a emitir luz infrarroja. Como esta frecuencia atraviesa bien la atmósfera, pudimos registrarla. Al ser un agujero negro, no es posible que emita luz (en frecuencia infrarroja): el que la emite es el polvo estelar arrancado de la estrella S2 durante los 3 meses anteriores. Conforme el polvo se acerca al agujero negro, se calienta, y emite luz infrarroja. Mientras no se acerque demasiado a SgtA*, la luz consigue escapar, y llega hasta nosotros, pudiendo determinar el lugar del desastre.

Las conclusiones son increíbles: esos cantidad equivalente a 2,7 millones de soles se han podido meter en el espacio en el que cabrían menos de solo mil soles, a lo sumo. Esto convierte a SgtA* en uno de los agujeros negros más grandes que hemos registrado.